El famoso estrés no es otra cosas
que una respuesta fisiológica, psicológica y conductual de un individuo a
cualquier cambio en el ambiente, para adaptarse a él. Nuestro cerebro
se vuelve más eficiente, aumenta la actividad mental, mejora la
capacidad de discernimiento a corto plazo, toma de decisiones con mayor
rapidez, mejora la memoria y concentración de la atención, no deja de
ser algo subjetivo y personal, de cada uno.
Pues
bien, en el caso de que interpretemos que la situación es una amenaza y
que no tenemos los medios para salir airoso de esa amenaza, ahí será
cuando se pueden provocar unos síntomas perjudiciales para nuestra
salud, como por ejemplo, ataque de ansiedad.
Las caracterísiticas de un acontecimiento, que nos suele provocar estrés,son:
- Ambiente cambiante
- Novedades
- Perdida de algo
- Falta de información
- Incertidumbre
- Falta de habilidades
- Aumento presión sanguínea y muscular
- Aumento de tasa cardíaca
- Aumento velocidad de coagulación de la sangre
- Aumento de circulación sanguínea en los músculos
- Respiración más rápida y superficial
- Disminución de la función del sistema inmune.
En cambio es cierto, que cuanto más frecuente sea nuestra exposición a estos tipos de acontecimientos, el desgaste del organismo aumenta:
- Empeoramiento de la salud
- Disminuye el rendimiento
- Estilos de afrontamiento poco efectivo
Por
lo que si modificamos el modo de interpretar estas situaciones y/o
aumentamos nuestros recursos y herramientas para afrontarlas, seremos
más sanos.
Olga García
No hay comentarios:
Publicar un comentario