jueves, 28 de noviembre de 2013

DSM 5, MANUAL DIAGNOSTICO Y ESTADISTICO DE TRASTORNOS MENTALES

El pasado mes de Mayo fue publicada una nueva versión del Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales (DSM 5). Aún no ha salido la versión traducida al castellano, pero su versión abreviada ha sido publicada el pasado mes de Octubre. Lo que está claro es que este nuevo manual no ha dejado a nadie indiferente. Aunque hay opiniones para todos los gustos, he podido comprobar que la mayor parte de los profesionales de la salud que trabajan cara a cara con los trastornos mentales ven los cambios como un paso al frente para patologizar cada vez más los problemas del día a día. Más trastornos, más diagnósticos, más pastilla.. ¡Con la industria farmacológica hemos topado!
Y es que nos guste o no quienes financian los estudios de eficacia de los nuevos fármacos y, sin ir más lejos, quienes pagan muchos de los congresos psiquiátricos en lugares paradisiacos, llenos de lujo y carísimos regalos, son las grandes compañias farmacéuticas. Y, en definitiva, son ellas las que están detrás y se benefician de esta tendencia a recolectar síntomas y darles nombre, un nombre para el cual seguramente ya hayan en algunas despensas alguna pastillita milagrosa.
David J. Kupfer, coordinador de los equipos de trabajo que han elaborado el DSM-5 y último responsable de su edición, se limita a responder que "el manual es el producto de la revisión de las investigaciónes científicas por especialistas destacados" y que "las críticas son inevitables". Sin embargo, pocas revisiones se han hecho sobre la etiología e incidencia de los trastornos. Ni una referencia a la neuropsicología, de la que tanto se investiga en estos tiempos. Por otra parte, no se trata de simples críticas cuando el NIMH (National Institute of Mental Health) se ha desvinculado por completo del uso de este nuevo manual, y cuando incluso los responsables de las anteriores versiones del DSM, Allen Frances y Robert L., han realizado duras críticas al respecto.
Bajo mi punto de vista, los profesionales de la salud no hemos de perder el norte. Nuestro objetivo ha de ser siempre la salud de las personas. Hace mucho que abandonamos la idea de salud como mera ausencia de enfermedad. Sabemos que, en el caso de las enfermedades mentales, el límite entre estar o no sano es mucha más difuso. Sabemos que los aspectos biológicos, psicológicos y sociales interactúan en la salud de una persona. Por otra parte, se hace necesario recurrir a unos criterios formales como los del DSM que establezcan en qué consisten las enfermedades mentales para facilitar el trabajo clínico, la comunicación interprofesional y la investigación. Pero no hemos de olvidar que tratamos con personas, y que el saber si una persona cumple o no un conjunto de síntomas no es un fin en sí mismo, sino un medio para saber cómo abordar su problemática. Si lo que nos importa es el diagnóstico y no la persona, si nos centramos en dar un nombre y no en los distintos factores que inciden en ella, entonces estamos perdidos. Y más lo estaremos como nos dejemos convencer de que el sufrimiento humano, como en el caso del dolor tras la pérdida de un ser querido o las fluctuaciones del estado de ánimo de un adolescente son una enfermedad, y por tanto, algo que combatir. El sufrimiento es una parte esencial de la vida, y nos ayuda a aprender y a mejorar, y no necesariamente es dañino. La vida no se cura, se vive. ¿Qué opináis vosotros al respecto?

Os dejo unos enlaces en los que consultar más información:






Sonia Estrella

jueves, 21 de noviembre de 2013

EL SECRETO DE LA FELICIDAD


Muchas personas se pasan la vida descubriendo cuál es el secreto para ser feliz, que hacer para sentirse más satisfechos y mejor consigo mismo. Algunos miran al futuro, piensan en lograr objetivos propuestos, para así, sentirse mejor.

Nos pasamos la vida en espera; desde pequeños nos convencemos a nosotros mismo de que la vida después será mejor. Por ejemplo, creemos que vamos a ser más felices cuando terminemos la carrera y encontremos un trabajo. Luego nos pondremos otra meta, que será tener una vivienda propia, luego tener hijos o hacer un viajes deseado, después ver crecer a tus hijos y así hasta que te das cuenta de que cada uno de estos deseos no es lo que necesitas para ser feliz.

De esta manera te tiras tu vida esperando al tren de la felicidad que nunca llega. Por eso hay que ser conscientes de ellos y vivir más intensamente cada uno de los momentos que suceden en tu vida, porque si no, te perderás muchos momentos de felicidad, y todo por no saber verlos.

La felicidad no llega cuando conseguimos lo que deseamos, sino cuando sabemos disfrutar de lo que tenemos; no soñando con el mañana, sino viviendo el hoy. Por todo esto, hay que atesorar cada momento de nuestra vida porque el tiempo no espera por nadie.

Otros miran al pasado, lamentando errores cometidos, castigándose a sí mismo por haber actuado mal, por no conseguir lo que se propusieron; pensando que si lo hubieran conseguido serían más felices. Pero la felicidad es un estado emocional que solo puedes sentir, experimentar en el presente.

El secreto de la felicidad es buscar activamente cambios en tu vida, experimentarlos y apreciarlos a lo largo del tiempo, valorando lo que tienes y no deseando otro cambio enseguida.

Lucia Rufian

jueves, 14 de noviembre de 2013

ENFERMEDAD INFLAMATORIA INTESTINAL EN EL BIENESTAR PSICOLOGICO Y EMOCIONAL

La Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII) es una enfermedad autoinmune, inflamatoria y crónica que envoluciona en forma de brotes (fase activa) de intensidad y duración muy variable alternando con remisiones (fase inactiva) de duración también variable.
Engloba la Enfermedad de Crohn y Colitis Ulcerosa.

En España se diagnostican 2000 nuevos casos al año de EII; más de 15 de cada 100.000 españoles padecen Enfermedad de Crohn y más de 10 de cada 100.000 sufren colitis ulcerosa. La incidencia de la EII aumentó en España en casi un 200 por ciento de pacientes menores de 18 años.

La Enfermedad de Crohn puede afectar a cualquier parte del tubo digestivo, desde la boca al año. Las manifestaciones más frecuentes son las intestinales, y dependen de la localización y las complicaciones: dolor, diarreas con o sin moco y sin sangre, fisura y úlceras, cansancio, falta de apetito, fiebre, pérdida de peso y vientre hinchado.

La Colitis Ulcerosa puede afectar al intestino grueso (colon). Los síntomas más frecuentes son: diarreas, con moco y sangre, dolor de vientre, perdida de peso y debilidad.


Los síntomas extraintestinales más frecuentes son:

- Anemia: presentándose en casi el 60% de los pacientes.
- Osteoporosis: se estima que está entre el 30 y 50%.
- Espondilitis Anquilosante: representa el 2-6%. Es una enfermedad crónica que involucra inflamación de las articulaciones entre las vértebras de la columna y las articulaciones entre la columna y la pelvis.


Causas de la EII: no hay una sola causa que explique el origen de estas enfermedades.

- Genes de susceptibilidad: en la actualidad no se puede explicar el origen de la enfermedad por la existencia de un sólo gen alterado; los factores genéticos son múltiples y actúan a distintos niveles, relacionados con la gravedad y la extensión de la inflamación.
- Factores inmunológicos: un posible agresor microbiano (intestinal), activa a las células inmunes de nuestro intestino, y estas células desencadenan una respuesta defensiva. El problema surge porque los pacientes con EII se caracterizarían por sus respuestas inmunes exageradas, y en vez de eliminar al agresor, se dedicarían a mantener una defensa perpetua en el intestino.
- Células de Paneth: presentes en el intestino delgado, siendo claves en la inflamación intestinal en ciertos pacientes con Enfermedad de Crohn.

Podemos concluir que no hay una sola causa que produzca cualquiera de las variantes de EII. Estas enfermedades aparecen en individuos genéticamente predispuestos en los que la conjunción de factores ambientales exteriores y las bacterias intestinales producen una respuesta inflamatoria intestinal anómala que se perpetúa en el tiempo, produciendo la enfermedad.

Hay estudios que señalan que muchos de estos pacientes presentan depresión o ansiedad tras el diagnóstico. Las repercusiones que tiene la enfermedad sobre la calidad de vida de los enfermos (incapacidad para trabajar, retraimiento social, cambios en la vida familiar y social...) influyen en la valoración personal que hace el paciente de sí mismo.

La aparición de estas alteraciones psicológicas, que son secundarias a la enfermedad, dificultará aún más la calidad de vida del paciente e influirá considerablemente sobre su estado de salud física. Un empeoramiento de la enfermedad traerá, como consecuencia, un deterioro en el estado de ánimo, por lo que puede producirse un círculo vicioso entre la enfermedad física y la reacción emocional.
En cuanto al estrés, hay pocas dudas acerca de la influencia que tiene éste sobre la respuesta inmune de la mucosa intestinal, por lo que jugaría un papel importante como desencadenante y/o agravante de la sintomatología de estas enfermedades.

Un tratamiento psicológico completo consta de: información de la enfermedad, modelo de afrontamiento, técnicas de relajación, estrategia de solución de problemas, habilidades sociales, técnicas de distracción y reestructuración cognitiva. En definitiva, toda una serie de estrategias encaminadas conseguir que las personas que se muestran tristes, angustiadas y desesperanzadas aprendan que ellas pueden hacer algo para estar mejor e incrementar su calidad de vida pese al padecimiento de la enfermedad.

Rocío Gay

jueves, 7 de noviembre de 2013

SALUD MENTAL EN ATENCION PRIMARIA

Tratando el tema de salud mental, encontré un artículo donde en tan sólo cuatro años (2006-2010) se ha producido en España un aumento alarmante de las consultas al médico de familia por motivos de malestar psicológico, debido a la situación de crisis económica. Esta es una de las conclusiones del último estudio epidemiológico realizado en nuestro país, y publicado en la revista European Journal of Public Health. Los resultados han puesto de manifiesto un aumento considerable de los pacientes que acudieron a consulta por trastornos del estado de ánimo, ansiedad, trastornos somatomorfos y problemas de consumo de alcohol desde el inicio del período de recesión económica en España.


Específicamente, los trastornos mentales que han registrado un mayor aumento son los trastornos del estado de ánimo, seguidos de los trastornos de ansiedad. En concreto, el trastorno depresivo mayor ha pasado de una prevalencia del 28,9% en 2006 al 47,5% en 2010, lo que implica que, actualmente, los problemas de depresión están presentes en cerca de la mitad de los pacientes que acuden a los servicios de Atención Primaria. Además, se ha observado un aumento de la distimia (con un incremento del 10,8%), el trastorno de ansiedad generalizada (8,4%), los trastornos somatomorfos (7,3%), el trastorno de pánico (6,4%) y los problemas de dependencia y abuso del alcohol (4,6% y 2,4% respectivamente)
La investigación también ha analizado algunos de los factores que han podido contribuir al aumento del malestar psicológico de la población española. A partir del análisis de datos, se desprende que la situación de desempleo (tanto del propio afectado como de algún miembro de su entorno familiar), las dificultades para hacer frente al pago de la hipoteca o el riego de desahucio se perfilan como claros factores de riesgo para el aumento de la prevalencia de los trastornos mentales en los servicio de Atencion Primaria de nuestro país.

Inmaculada Carrillo Jiménez