El estigma se sustenta en los muchos mitos y malentendido heredados y ampliados a lo largo de los siglos, que todavía existen en torno a la enfermedad mental y que la distorsionan y ocultan. Es importante conocer las realidades para hablar sin miedos y empezar a tratar a las personas que las padecen con respeto.
El principal estereotipo sobre las personas con enfermedad mental grave es el que las identifica con la violencia y como extremadamente peligrosas, especialmente en el caso de la esquizofrenia. En este sentido las investigaciones muestran que las personas con esquizofrenia no son más peligrosas que las "sanas" en una misma población y en su mayoría no cometen actos violentos.
Hay tres concepciones erróneas y frecuentes de las personas que padecen enfermedad mental, que incluyen diversas patologías, especialmente las graves.
- Son personas violentas y pueden convertirse en maniacos homicidas
- Son impredecibles, tiene un espíritu libre y rebelde
- Son infantiles, con maravillosas y extrañas percepcciones del mundo
MITO
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REALIDAD
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Nunca se recuperaran
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Mejoran en su gran
mayoría y pueden tener una vida plena.
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Violentas
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Algunos trastornos
mentales pueden desarrollar episodios de conductas agresivas, pero no son
personas violentas.
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Son trabajadores de
segunda fila
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No hay diferencias en
cuanto a productividad entre personas con enfermedad metal y personas que no
la padezcan.
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Son “especiales”
muchas son genios como Mozart o Beethoven
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Son personas normales,
algunas con talento especial, igual que otras que no tienen enfermedad
mental.
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No pueden llevar una vida
normal
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Pueden y deben llevar
una vida normalizada, con el apoyo de familia, amistades.
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No pueden tener pareja
ni casarse
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Los médicos no
observan ningún obstáculo para que puedan tener este tipo de relaciones
sociales y afectivas.
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Deben estar encerradas
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En general, los
enfermos y las enfermas atendidos/as en la comunidad evolucionan mejor y
durante más tiempo que los que se tratan en el hospital. Además, el
aislamiento de la sociedad refuerza la imagen pública de personas extrañas y
peligrosas.
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Rocío Gay
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