jueves, 5 de diciembre de 2013

Realización personal y salud mental

Todos queremos estar mentalmente sanos. Todos queremos conseguir lo que la OMS define como ese: "estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad"
Porque nadie duda que la salud en general, y la salud mental en particular sean estados deseables. Los problemas aparecen a la hora de saber qué puede hacernos gozar de una vida psicológica plena o qué puede ser contraproducente para tal fin.
Es evidente que todos pasamos por muchos malos  momentos a lo largo de nuestra vida, muchos de ellos sin una causa justificada.
Pero a veces sí que tenemos la sensación de perder el rumbo en nuestro día a día, de estar inmersos en una rutina que no hemos elegido, y de estar siempre a la espera de algo más: el fin de semana, el día en el que cobramos el sueldo... momento que muchas ocasiones, cuando llegan, no nos producen la satisfacción que en un principio esperábamos.

Pues aquí es donde tenemos una herramienta para disfrutar de una buena salud mental: el día a día. En lugar de agobiarnos pensando cómo será la habitación del hotel hemos elegido, la comida, o si de verdad ese lugar que tantas ganas tenemos de ver será tan increíble como nos imaginamos, tenemos otra opción: disfrutar del viaje. Demasiado a menudo nos olvidamos de los nervios previos, de la ilusión de los preparativos, o del paisaje que se observa desde el avión.
Normalmente en nuestro día a día tenemos dos ámbitos diferentes: el del trabajo o las obligaciones, con lo que podemos estar más o menos a gusto (algo que normalmente depende en cierto modo desde la óptica desde la que lo miremos), y nuestro tiempo de ocio, y aquí es donde podemos elegir.
Con la edad olvidamos las pequeñas aspiraciones, las ilusiones que teníamos de niños. A menudo nosotros mismos nos negamos esos placeres que un día pensamos y quisimos que fuesen el pilar principal de nuestra vida: "a mí me encanta la pintura; yo de pequeño hacia teatro, y mi gran ilusión hasta que fui bastante mayor fue ser actor; yo siempre quise formar una banda de rock..". Poco a poco se van disolviendo en los objetivos "realistas y prácticos" que nos vamos imponiendo en la vida adulta. Y el director de un banco puede ser perfectamente feliz en su trabajo, pero ¿tiene que olvidar el poeta que lleva dentro?
 
Hoy día existen miles de alternativas creativas para nuestro tiempo de ocio. Todos deberíamos buscar algo, no con lo que ocupar nuestro tiempo, si no con lo que disfrutar de nuestro tiempo libre. Una persona que se siente realizada dentro de su trabajo será feliz en él; pero una persona que se siente realizada en su trabajo y en su tiempo de ocio será una persona más plena. Podrá llamarse fotógrafo o escultor de madera, además de cartero o profesor.
No debemos abrumarnos con el trabajo o reducirnos a las obligaciones. Sentirnos completos es algo que a veces está al alcance de nuestra mano con muy poco esfuerzo, y por supuesto, añadir matices a nuestra persona no puede más que ser un factor más que beneficioso para nuestra salud mental.

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